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Creatividad con Propósito
Manuel Álvarez Bravo: Aniversario luctuoso

Manuel Álvarez Bravo: Aniversario luctuoso

 

«La luz no solo ilumina, también revela el alma de lo que toca»

Manuel Álvarez Bravo.

 



Primera Cortina: Un artista que aprendió a ver en la oscuridad



POR MAURICIO ANGELES

Manuel Álvarez Bravo nos dejó un legado que va más allá de las imágenes: nos enseñó a mirar con el corazón. En su aniversario luctuoso, recordamos al «poeta de la lente» que supo capturar la luz y la sombra de un México eterno.

¿Estás prestando atención?

Manuel Álvarez Bravo, el fotógrafo que supo convertir la luz en poesía, nació hace 120 años en un México que buscaba su identidad. Autodidacta por necesidad y artista por convicción, Álvarez Bravo se convirtió en uno de los pilares de la fotografía latinoamericana. Su obra no solo retrata paisajes y rostros, sino que desnuda el alma de un país en plena transformación.

En una entrevista con Lucrecia Martín para la Revista de la Universidad de México, Álvarez Bravo compartió algunas de las claves de su formación y su visión del arte.

Naturaleza: Aunque no tuvo una formación académica, su curiosidad lo llevó a aprender de revistas extranjeras como Amateur Photographer y American Photography.

 

«Yo no sabía inglés, pero el ansia de aprender me hacía recurrir al diccionario», confesó.

 

Camino: Tina Modotti, Diego Rivera y Edward Weston fueron algunas de las figuras que influyeron en su obra. Modotti, en particular, le mostró las posibilidades de la fotografía como herramienta de expresión social.

Escuela: Colaborar con los muralistas mexicanos le enseñó a ver el arte como un reflejo de la realidad.

 

«Trabajar con los pintores decidió en alguna medida que me uniera temáticamente al movimiento muralista», explicó.

 

Arte democrático: Para Álvarez Bravo, la fotografía era una forma de expresión accesible.

 

«Los fotógrafos ponen sus cámaras en las ventanas, las sacan a la calle para retratar a las gentes y a los barrios», dijo.

 

 

«El ensueño» (1931) refleja una melancolía suspendida, donde la luz y las sombras enmarcan una introspección silenciosa. Entre barrotes y reflejos, la joven sueña, evadiendo la realidad con poética resignación.

 



Segunda Cortina: El legado de un visionario



Manuel Álvarez Bravo no solo fue un testigo de su época, sino un creador que supo capturar la esencia de lo mexicano. Su obra trasciende el tiempo y nos deja lecciones valiosas para las nuevas generaciones de artistas.

La técnica y la sensibilidad: Álvarez Bravo siempre buscó la perfección técnica, pero sin perder de vista la emoción.

 

«La fotografía es una forma de expresión democrática, pero también debe tener calidad técnica», afirmó.

 

La realidad: Aunque evitó la politización del arte, su obra refleja un profundo interés por los problemas sociales.

 

«El contenido y el compromiso son esenciales en el arte», sostuvo.

 

Crecimiento: A pesar de la falta de una crítica fotográfica sólida en México, Álvarez Bravo valoraba las opiniones constructivas.

 

«Una crítica profunda en materia de fotografía nunca se ha hecho en México, pero es necesaria», dijo.

 

Diversidad: Su obra es un mosaico de influencias y estilos, desde el surrealismo hasta el realismo social.

 

«Todo individuo es producto de influencias, y la personalidad es el conjunto bien dirigido de esa diversidad», concluyó.

 

Fuente: Entrevista de Lucrecia Martín para la Revista de la Universidad de México.

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